El enfoque del Instituto Cugat para el tratamiento de la artrosis de rodilla se basa en la evaluación integral del paciente, teniendo en cuenta sus limitaciones, expectativas y características específicas, como la edad y el nivel de desgaste articular. A menudo, los pacientes llegan buscando una segunda opinión, habiendo recibido la recomendación de una prótesis de rodilla como única opción. Sin embargo, el Instituto Cugat apuesta por tratamientos conservadores antes de considerar la intervención quirúrgica.

En los casos de desgaste global de la rodilla, se sugiere un enfoque conservador que incluye control de peso, fisioterapia y ejercicios específicos, junto con infiltraciones de plasma rico en plaquetas. Si este enfoque no resulta suficiente, se puede realizar una artroscopia de revisión y limpieza articular para mejorar la movilidad.

Cuando el desgaste afecta solo a una parte de la rodilla, se consideran soluciones como plantillas ortopédicas que redistribuyen las cargas de la rodilla. En los casos más graves, cuando el tratamiento conservador no es eficaz, se recurre a la cirugía, combinando artroscopia y osteotomía correctora para realinear la rodilla y reducir el dolor. Esta cirugía también permite corregir deformidades en las piernas, como varo o valgo.

El postoperatorio incluye un programa de rehabilitación progresivo, con el uso de muletas durante al menos ocho semanas. Los resultados suelen ser favorables, permitiendo al paciente recuperar la movilidad, y en muchos casos, volver a realizar actividades físicas y deportivas entre los 6 y 8 meses tras la intervención.

Fuente: https://institutocugat.com/blog/general/artrosis-de-rodilla-nuestro-enfoque/